Lakhesis y Clotho

Nuevamente cumpliendo con el trabajo.

Extender bien los hilos, para decidir el destino de las personas. Personas que moririan a causa de un terremoto. Era momento de que Clotho hiciera su aparicion para cortarlos con las tijeras de platino.

Esperaba pacientemente al lindero de esa laguna, para que mi hermano viniera a visitarme.

Como siempre vestia con mis habitos, pero me habia preocupado un poco mas con mis cabellos y mi escencia. Me habia provocado usar algo de menta. Todo para agradar a mi hermano mayor. Retorcia los hilos colgados de una vara de sauce que flotaba en el aire, tratando de controlar mis nervios, siempre me ponia asi antes de verle.

La hora de cumplir con mi faena estaba próxima por lo que tome mi instrumento para después salir con parsimonia y al llegar a mi destino lance las tijeras de platino cual si fuera un boomerang cortando los hilos necesarios en el momento justo.

En el instante en el que las tijeras volvieron a mi me acerque a mi hermano abrazándolo por la espalda con mi mano libre, apegando mi nariz tras su nuca absorbiendo ese grato olor a menta, paseándola luego por sus cabellos hasta rozar su lóbulo.

- Lakhesis- Murmure su nombre suavemente rozando su piel con mis labios en una sutil caricia, dejando caer mi aliento en su oído, consiente de la respuesta que tendría, el tiriteo de la laguna al toque del rocío, representado en el suave temblor de su cuerpo.

Esa presencia, esa voz... seguido de ese sublime pero inclemente movimiento de la tijera que corto los hilos, que ahora representaban las almas que irian al reino de Hades.

Ese sujeto al final nos debia mas de lo que parecia, por fortuna mis hermanos y yo no eramos nada ambiciosos, solamente queriamos disfrutar. Pero cuando esos gestos invadieron mi espacio por parte de la unica presencia que yo permitiria o crearia lo que llaman amor... Seria por mi hermano Clotho.

-Clotho...- susurre con voz tremula, cuando su nariz acaricio mi oreja y su voz adoselo mi cerebro. Mientras que mi cuerpo se quedaba quieto para el.

- ¿Has terminado tus deberes? – Pregunte sin separarme de esa delicada y propensa postura ahora llevando mi nariz a sus cabellos, retirándolos hacia un lado como si quisiera despejar su cuello.

- Vamos se sincero que de ello depende que tengas una recompensa o un castigo- Agregué en un susurro, sonriendo a media luna como solo hacia con mi hermano en soledad, hecho que se demostraba en la calidez de mis palabras hacia su persona.

-Si hermano he trabajo bien los hilos, como todos los dias que pasan... - le dije sonrojado estremeciendome un poco mas al sentir el torrente de sus palabras.

Sobre castigo o recompensa... de el solamente me gustaban las recompensas.

-Tu estas bien hermano... - le pregunte preocupado.

- Lo sabia pero no esta demás corroborarlo.- Respondí sin dejar esa mueca cristalina, posando mis labios en la nuca de mi hermano para depositar un beso, bajar lentamente como si fuera una pequeña araña hasta llegar a la base.

- ¿Por qué no debería de estarlo? – Replique ahora con una pregunta, hurgando con mi nariz en su tunica, bajándola proporcionándome libre acceso a su cuello y parte de su espalda donde hurgue con mi nariz, "tratarando" de ver hasta donde llegaba el olor a menta.

-Clotho...- le dije bastante apenado.

De verdad es que me gustaba cuando mi hermano me tocaba de esa manera... podia sentir que era demasiado especial conmigo, por lo que mordi mi labio inferior, al sentir su nariz como un filoso cuchillo dejando una estela de escalofrio.

No por miedo, sino por nervio y excitacion. Eran caricias de la unica persona que me gustaba estuviera a mi lado, a parte de Atropos... pero el ahora estaba ocupado trabajando mas que nunca.

-Quieres hacer algo... - le comente, aunque sabia su respuesta el no se detendria hasta no tenerme como el quisiera, pero al menos queria preocuparme por el.

- Lakhesis- Murmure su nombre después de que el pronunciara el mío, al mismo tiempo que descubría como se mordía el labio apagando ese gemido ahogado, sabiendo perfectamente la razón me separe un poco, pero no para irme si no para situarme frente a el, acariciando su mejilla mientras es cuchaba su candida voz.

- Nada en lo absoluto, solo deseo estar aquí, en el paisaje apacible del lago. – Replique suavemente en un nuevo susurro, dado que la distancia entre nosotros desaparecía, entonces frente a sus labios concluí.

- Contigo … - Apoderándome después de sus labios bajando mi mano de su mejilla a su cuello, desviándola a sus hombros, colándola entre la suave tunica.

-Si Clo...- le respondi con voz tremula, cuando sus labios se pegaron a los mios y apagaron el resto de mis palabras.

Sentia que mi cuerpo se mostraba dichoso de que fueran las manos de Clotho que me tocaran tan permisivamente. Puesto que para mi en ese campo, que se ganaba todo conmigo era el... incluso me sentia celoso cuando alguna otra deidad le cortejaba, tanto asi que usaba mis poderes para manejar el destino de ese intruso.

Me abrace a su espalda amplia y tan calida, para dejar que me hiciera lo que el quisiera, despues de todo era el mayor y quien me queria y protegia. Bueno al menos de esa manera lo pensaba yo.

Un suave contacto era suficiente para sosegar las palabras de mi hermano, mis labios sobre los suyos era lo único que necesitaba para controlarle, para obtener lo que deseaba… aunque en el fondo sus deseos y los míos terminaban siendo los mismos… Sin embargo sobre todos ellos siempre prevalecía un anhelo…un deseo… o quizás... una necesidad: “estar juntos”…

Como me lo había demostrado en otras ocasiones; como era obvio me daba cuenta de sus artimañas para alejar a todos de mi entorno quedando solo el, pero me causaba gracia callar y mirar como celebraba por lo bajo. Pero ¿como culparlo? si yo hice lo mismo más de una vez.

- Lakhesis no vuelvas a morderte los labios ese trabajo solo me concierne a mi- Le reprendí, después de romper el beso dentro de su calido abrazo, volviendo a besar sus labios al mismo tiempo que mis tijeras salieron volando en un golpe seco clavándose en la tierra, para dejar mis manos libres y así abrazar la cintura de mi hermano en símbolo de protección, terminando luego de unos segundos el beso con un suave mordisco.

-Si hermano... - le dije con pena.

Moviendo mis manos algo inquietos despues de todo yo era bastante rapido con mis manos, puesto que esa destreza la habia ganado por mi trabajo.

Era claro que sus manos y su cuerpo me deseaban. Pero es que me frenaba un poco queria darle todo cuando el me lo pidiera... Puesto que aun temia lo peor, aunque nos besabamos y me rodeaba con sus brazos, algo como entregarme a el, era mas delicado.

- Lakhesis ¿desde cuando necesitamos telones y afiches? – Pregunte sin separarme de ti entremezclando nuestros alientos, haciendo referencia a tu tenue sonrojo y a tus restricciones, esbozando nuevamente en mis labios aquella mueca lo que los humanos llaman sonrisa.

-No temas expresar tus deseos, yo no te juzgare como tu no lo haces conmigo, así que por favor no te limites, dime lo que piensas, lo que sientes, lo que anhelas.- Comente sabienbiendo perfectamente lo que escondías, además de entender el ¿por que?. Dejando una de mis manos al rededor de tu cintura y llevando la otra a tu frente retirando uno de los mechones que le cubrían,

Me sonroje muchisimo mas... me estaba pidiendo que le dijera que queria... pero como hacerlo sin que se me cayera la cara de la pena. El es mi hermano, un hermano al que amaba mas alla.

-Yo... quiero... quiero... - tartamudee. Sonriendo nerviosamente para ver con mis ojos blancos, ese hermoso rostro de Clotho con sus ojos cerrados. Para pasear mis manos por su frente y mejilla.

Podia controlar destinos de todos en este lugar y no podia decir nada estando frente a mi hermano mayor. Aquello era bastante contradictorio... o mejor dicho contraproducente.

-Quiero a mi hermano Clotho... - le dije bajando la mirada, buscando zafarme de el con algo de pena, de seguro se molestaria, por que una cosa eran las caricias pero como pensaba lo otro era un paso mas alla.

Mis labios se habían abierto inconscientemente, pronunciando así una pregunta, sin saber siquiera que respuesta deseaba escuchar, fue entonces que mire tu sonrojo enterneciéndome como solo tú conseguías hacerlo.

- ¿Qué quieres? – Inquirí ante tu titubeo en forma suave acariciando tu mejilla, mirándote sin mirarte, descubriendo tu sonrisa tímida, observando tus manos mediante tu calido tacto.

Y cuando menos lo espere tus labios se abrieron pidiéndome a mi, entonces en mis labios se dibujo una sonrisa satisfecha al tiempo que te envolvía nuevamente entre mis brazos para no dejarte ir.

- Pero si ya me tienes. – Repliqué jugando repartiendo suaves besos en tu frente, paseando mis manos por tu espalda cariñosamente, mostrándote con mis acciones lo que mis labios no eran capaces de decir.

-Asi es...- articule en un gimoteo, por estar nuevamente entre sus brazos, sintiendome completo y mas alla de todos y por encima de todo.

Para despues responderle sus caricias, aferrandome a su espalda, frotando mis manos sobre esta.

-Te quieres bañar junto a mi cuando estemos en el templo...- le pregunte con cierta pena. Ver el cuerpo desnudo de mi hermano, era mucho mejor que ver al de cualquier indigno o incluso un dios.

Una sonrisa presuntuosa se dibujo en mis labios tras escuchar el lloriqueo de mi hermano; la misma que se suavizó al sentir sus tibias pasearse sobre las delgadas telas de mi tunica…

Y todo ese tiempo…mis ojos serenos permanecían cerrados y mis sentidos encendidos... solo por mi hermano… solo para el…

- Sabes que es mi pasatiempo predilecto. – Masculle dichoso para después hundir mi nariz en el delicado límite entre el cuello y el hombro, absorbiendo el fresco aroma a menta combinado con tu sutil esencia.

- Es… relajante…. – Agregué dando un beso en esa zona, saboreando sutilmente tu nívea piel, dejando una pequeña marca en ella, la que casualmente tomo la forma de un corazón; simbolo de vida, de amor, de entrega...

-Hermano...- lloriquee de nuevo me costaba mucho mantener la concentracion recibiendo tales caricias de parte de el.

Eran demasiado excitantes para mi, el era el hombre que mas amaba, desde mi existencia. Siempre tan fuerte, tan frio con los demas, pero tan amable y calido conmigo.

Que hacian que mi cuerpo solamente de pensar en el se estremeciera con deseo ferviente.

Mis dedos viajaron por su espalda, tanteando sus musculos a traves de la ropa, ocultandose en medio de sus sedosos cabellos albinos como los mios. Mientras que mi boca estaba abierta en un grito mudo.

-Tranquilo Lakhesis- Murmure después de terminar con el beso, dejando caer mi caer en aquella zona mi aliento cálido, disfrutando de tus atenciones al mismo tiempo que mis labios trepaban por tu cuello, dejando ahora solo marcas invisibles para otros, pero para nosotros eran brillantes símbolos de nuestro amor…

Paulatinamente fui subiendo por tu mentón, hasta llegar a tus labios abiertos, ahogando los posibles quejidos que produjeran mis manos, que ahora vacilaban sobre tu pecho, jugando con la prenda, titubeando si debían quitarla o abstenerse.

Empuje un poco mis labios hacia el rostro de mi hermano, para probar ese sabor que se gastaba, era algo sencillamente era algo indescriptible... nosotros que eramos demasiado distintos a todos, a los dioses, humanos y demas criaturas sobrenaturales.

Aquello era mas que un extasis, mi cuerpo respondia de una manera intranquila, de sentir sus manos reptandome como serpientes, cuando queria que me transmitieran ese calorcito tan especial, simbolo del amor y del cariño que nos teniamos. Aunque eramos tres hermanos, yo estaba enamorado de Clotho, por que siempre me habia gustado su personalidad y ademas de eso supo cautivarme bien con su manera de ser y esos ojos cerrados.

El era algo mucho mas alla que la definicion mundana de hombre.

La presión permisiva de tu boca me hizo querer adentrarme más, saborear tus labios hasta la locura, jugar con tu esencia y llenarme de ella, ansioso, introduje mi lengua para buscar la tuya para entrelazarlas, e iniciar nuevamente el juego que tanto adorábamos.

Sin embargo esta vez, ninguno de los dos se conformaría con “simples” besos o con el toqueteo travieso y cómplice que siempre existía entre nosotros.

Mis manos, sabientes de ello deslizaban la tunica que te cubría, dejando al descubierto tu dorso blanco, suave, el mismo que recorrieran acariciándolo apenas con las yemas, delineando cada músculo.

Me separe un poco de mi hermano al sentir esas cosquillas que me iban a deshacer literalmente hablando. Puesto que sus manos parecian de fuego. Rozandome de esa manera que me hacia desvariar.

Tanto que si seguia asi... no iba a durar mucho en irmele encima y queria que fuera algo acordado entre los dos.

-Clotho... quiero... que me... tomes como tuyo...- le pedi mientras que me quitaba completamente toda mi ropa. Con un solo movimiento de mi mano.

Mostrandome tal como habia venido al mundo, ante mi hermano, pero esta vez no era como cuando tomabamos un baño juntos... nada que ver... con algo asi, ahora era por que sentia la pasion y el paraiso en compañia de el.

Descubrí a mi hermano alejándose de mi, por un momento tuve miedo de haberme equivocado y que pensara que solo le veía como un objeto, pero en su lugar mire una acción que aunque simple me demostró lo que el deseaba.

Sus palabras y su cuerpo desnudo, encendieron en mí ese sentimiento que trataba de contener innumerables ocasiones en el baño y sin pensarlo hice lo mismo que el, pero en lugar de dejar caer mi tunica al piso la capture en su grácil caída para extenderla en el piso.

- Quiero pertenecerte y que me pertenezcas. – Respondí en un susurro, tomándole en mis brazos para recostarle en la tunica quedando sobre de el, acariciando suavemente sus cabellos platinados, uniendo nuestros labios una vez más, en un beso cálido.

Llene el aire con susurros magicos... llevandonos a Clotho y a mi al reino de lo hetereo, el lugar en donde nosotros los controladores del destino podiamos habitar.

Para asi evitar las miradas fisgoznas de los demas.

No queria que nadie mas viera el cuerpo desnudo de mi hermano.

Por lo que me abrace a el calidamente, recibiendo su cuerpo tibio, respondiendo a su beso, con un cariño unico, puesto que ambos nos entregariamos por amor. Mientras que mis manos tambien se revolvian y enredaban en sus largos y albinos cabellos. Bebiendo de su preciosa boca.

Deje que me guiara a donde deseaba aunque mi lugar era solo uno, a su lado, en sus brazos y en la dulce perdición de su cuerpo.

Ahogado por la falta de oxigeno me separe de sus labios, más no me aleje de su cuerpo, quería capturar su esencia y vivir de ella, mis labios se pegaban a su cuello queriendo guardar ese momento para la eternidad, resbalaban a lo largo de su nívea piel hasta caer a su pecho.

- Lakhesis – Susurre capturando uno de sus botones rosáceos entre mis labios, delineándolos para después acariciarlo suavemente con mi lengua, descubriendo como se estremecía y endurecida con la sutilidad de mi tacto.

Cuando su humeda boca... con esos deliciosos labios comenzo a comerse aquel monticulo de piel tan sensible.

Suprimi un gemido, puesto que el contacto del calor de mi hermano mayor, era mas que excitante para mi, era alguien que habia deseado desdes hace muchisimo tiempo.

Tal vez desde tiempos inmemoriales para muchas de las criaturas de este mundo. Por lo que senti una enorme felicidad embargandome de poderle dar a mi hermano el mejor regalo que conocia, mi cuerpo. Que inquieto trato de seguir buscando el calor del contrario, sin animos de abandonarlo.