Descansando a la puesta del Sol [Libre]

Se encontraba descansando tranquilamente en su forma de dragón en aquel lugar que llamaban la parada de los dragones. Acababa de entrenarse con un joven dragón de apenas 300 años que encontró, aunque mas pareció que le estaba enseñando a pelear, pero eso le daba igual. Estaba en su forma de Dragón completo, recostado sobre un enorme peñasco disfrutando del lugar en el que estaba.

Eso era una enorme estepa rocosa, con vida aqui y allí, pero el se había alejado simplemente para relajarse, puesto que el lugar que había elegido era fresco y la roca empezaba a enfriarse. La puesta de sol empezaría en breves momentos y le gustaba disfrutarlo, dejándose caer, con sus alas tiradas y su cabeza apoyada sobre un pequeño montículo. Su tamaño era descomunal, el pasar de los años le seguía creciendo pero eso le daba igual en esos instantes, los problemas, los sueños, la vida en si le importaba poco.

Se movió un poco y el ruido del metal de su cuerpo rasgando contra la roca le pareció un simple aullido sin más, mientras meneaba la punta de la cola en la cual se encontraba escondida entre sus escamas sus pocas pertenencias.

Sin duda alguna, la vida de Selene no se había extinto de verdad… su esencia seguía corriendo entre mis venas, volviéndose parte de mi sangre. (Y aun no sabía si eso era verdaderamente bueno) ¿Por qué la afirmación? Justo en ese momento la advertía ante el repentino amor que me había llegado a los mares, me había convertido en agua y había danzando en las olas, aquellas que me creían su madre, por centenares de segundos que me parecieron un instante. En ese estado, sin forma definida alguna, me permití experimentar la libertad autentica. Y nada importo mas, los años de existir parecían una tontería… la vida parecía un sueño ambiguo.

Las olas al tocar la arena se alzaron de forma sobrenatural haciendo un cuerpo femenino, su blanco brillo exageradamente y cuando esta luz disminuyo hasta extinguirse, solo quede yo con mi forma natural. Mis pies descalzos acariciaron la arena, hundiéndose en ella a cada paso que daba.

¿Dónde estaba? Me pregunte caminando en la orilla, divisando por completo el lugar, era un paisaje bonito, pero nada llamo mas mi atención que el imponente dragon que dormia cual minino en una colina. Sonrei para mi. Ya sabia donde estaba.

Ya empezaba la puesta del sol y solo sus ojos se deleitaban de esa visión, mientras que sus oídos recibían el movimiento de todo lo que pasaba a su alrededor, el viento, el bosque, las olas y mas. Todo y cada uno de sus sentidos le estaban ayudando a poder conseguir ese relax que pocas veces ha llegado a disfrutar en sus últimos años, y mas en ese lugar, que tantos recuerdos de su pequeñez le trae. Pero eso era algo viejo en lo que no pensar, mas de un milenio había pasado así que solo dejo su mente en blanco y disfruto, dejando caer sus parpados y sentir todo a su alrededor.

De repente el mar ya no se sentía igual, sintió que algo mas traía y finalmente lo dejaba en la orilla. Abrió lentamente uno de sus ojos, tan despacio que a un humano le hubieran parecido horas interminables, pero para el dragón le pareció algo rápido y sin importancia, y observo algo que clasificaría de extraño y fascinante, pero para el ya nada le impresionaba. Una figura se empezó a formar a partir del agua que tocaba la costa, formando el cuerpo de una mujer de aspecto humano. Pensó en lo curiosa que era la escena y se pregunto que clase de ser seria, pues un humano, por mucha magia y poder que tuviera, no se atrevería a aparecer solo por esa zona llena de dragones. Ya solo por saber que hacia ahí era lo que cruzaba en su mente, y cerro otra vez su ojo pero solo lo justo para poder seguir viendo al objeto de su curiosidad, como un ojo vigilante

Me sorprendio un poco hasta donde me habian llevado las olas y por unos instantes jugue con la idea de que quizas los oraculos habrian previsto algo asi, ¿habria algun proposito que me hubiera atraido hacia la tierra de los dragones? ¿no? ¿algo interesante cuando menos?

Mis pies sucios ya de arena y agua salada andaban alegres y jubilosos, danzando a la orilla de la playa, fijandome en la magnificencia de las mareas y luego volviendo invariablemente mi atencion a la criaura antes notada. Recorri con los ojos los colosales contornos de esa bestia color cobre, que seguramente desde considerable distancia podria confundirse con parte de la colina. Abri mis sentidos, notando que no habia otro de su clase... ni de ninguna otra en la distancia. Desapareci de donde estaba y "reapareci" atras del dragon, soltando una leve risa. Experimentando por solo un segundo el ironico sentir de creerme pequeña y vulnerable. Era mucho mas grande estando de cerca.

--- Un dragon con armadura...--- susurre cantarina, atreviendome a alzar una mano y tocar sus escamas de bronce. Poco conocia de esas criaturas, poco me habian importado en realidad.

En solo un momento habia desaparecido la figura que deambulaba por la playa desierta, fue un simple pestañeo lo que tardo, pero al momento se dio cuenta de su error. No habia desaparecido, sino que simplemente se habia aparecido detras suya. Sus ojos volvieron a visualizar el horizonte, ya viendo casi extinto el atardecer, para empezar a dar paso a la noche. Dentro de poco saldrian a jugar las estrellas en el cielo, como todas las noches, ignorantes al mundo.

-Interesante... -fue la unica palabra que pronuncio el enorme dragon, de una forma desganada, casi sarcastica. La voz retumbo por aquel lugar, fusionandose con el sondio del mar y el viento para luego desaparecer. Ceso el movimiento de la cola y la volvio a reposar, levantando polvo y haciendo que el suelo se estremeciera apenas- O eres alguien muy valiente o muy estupido para estar aqui -refiriendose al unico ser que tenia cerca.

El dragon con apenas un simple movimiento habia levantando una polvadera considerable, con mi mano hice un movimiento simulando a un abanico mientras daba un paso atras, pero no despegue los ojos de su aparente magnificencia y cuando me llego aquella voz gutural y ¿burlona?... alce ambas cejas sorprendida y divertida ante sus amenazas. No estaba acostumbrada a que me trataran con tal deferencia.

Entrelace mis manos por atras y rodee al dragon con pasos fluidos, hasta posarme justo frente a los ojos somnolientos del dragon. Aunque parecia tan aflojerado me transmitio una sensacion de poder que me encantaba.

--- ¿Y cual de las dos crees que sea...? --- le pregunte, sin parecer retadora, o burlona... simplemente con curiosidad, mucha curiosidad. ¿Intetaria comerme por importunar su reposo? ¿se daria cuenta de lo que era?